Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

El peligro de la autocomplacencia ante la contaminación lumínica

Imagen
Hace más de 25 años que salgo a observar el cielo nocturno, ya sea a simple vista, con un modesto telescopio Newton de 114 mm o -hace menos tiempo- con la práctica de la astrofotografía. Hasta hace no muchos años iba a un lugar a unos 6 kilómetros de mi pueblo hacia la Sierra, lo que era suficiente para gozar de unas buenas condiciones. Recuerdo una Vía Láctea espléndida hacia el Sur y distinguir sin problemas la galaxia de Andrómeda a simple vista y multitud de objetos de cielo profundo a través del pequeño telescopio sin necesidad de buscarlos a su paso por las regiones cenitales. Hoy en ese mismo lugar la luz artificial sube desde casi todas las direcciones cardinales. Beas de Segura ilumina toda la zona norte-noroeste hasta casi el cenit; hacia el sur-suroeste el resplandor procedente de Villanueva, Villacarrillo, Úbeda, etc., hace difícil distinguir la región central de la Vía Láctea cuando comienza a declinar en agosto; observar por el telescopio las galaxias del Cúmulo de Virgo