Paisajes sonoros de estrellas
Landscape with Stars, de Henry-Edmond Cross (Metropolitan Museum, New York) |
La noche despierta sentimientos contradictorios. Como un bosque primoridal, espeso y desconocido, lleno de supuestos peligros y al mismo tiempo seductor, irresistible… fascinante. El sobrecogimiento que se experimenta al contemplar un cielo estrellado es análogo al que nos eriza los cabellos al mirar hacia abajo desde la cima de una montaña o al adentrarnos en la cálida penumbra de un hayedo en otoño. Es la Naturaleza, es el paisaje que conforma nuestro sistema de referencia vital, la Matriz con la que conectamos en los abismos de nuestro cerebro. El asombro formó parte de ser humano desde el momento en que tomó conciencia de pertenecer a un cosmos, igual que la fascinación que un bebé siente por lo que descubre día a día. Desde las pinturas rupestres hasta la teoría de cuerdas, resultados de la poderosa fascinación que ejerce sobre nosotros el Universo; desde el microcosmos más inmediato -el paisaje que vemos por una ventana- hasta los sucesos invisibles que desvela la astrofísica moderna. La noche y su cielo cuajado de estrellas han seducido al ser humano desde su origen, que ha intentado materializar esas emociones encontradas a través del arte en sus diversas formas.
Hablar de noches estrelladas en la pintura nos lleva inmediatamente a pensar en Van Gogh, el genio que se enfrentó a plasmarlas con más asiduidad. Pero la noche está presente en la obra de muchos pintores, cada uno afrontando la dificultad de plasmar la sutileza del cielo estrellado de diversas formas y estilos. La obra que encabeza este artículo (titulada Paisaje con Estrellas) es de Henry-Edmond Cross, pintor puntillista francés que vivió en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX. Su obra se clasifica dentro de la corriente denominada neoimpresionista, que en su fase final evolucionó hacia formas con pinceladas más amplias y ordenadas de colores puros, que -junto a otros pintores- lo convirtió en precursor del fovismo. Esa tendencia se puede ver en esta obra, datada entre 1905 y 1908, donde combina estilos y técnicas diferentes para el cielo y el paisaje terrestre.
Fuentes:
Henri-Edmond Cross - Wikipedia, la enciclopedia libre
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